Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. 24 de Febrero de 2017, 00:17
______________________________________________________________
Hace más de nueve meses me gritaste en la cara que no me amabas, que no te gustaba y que no querías estar conmigo. No me importó tanto, eran cosas que ya sabía, que me hiciste saber durante todo el tiempo que estuvimos juntos.
Escribo esto porque hace más de nueve meses no solo me dejaste, me prometiste que estaba todo bien, que nuestra amistad y el cariño seguían ahí y que seguirían estando, que nuestro vínculo generado en tres años de relación no estaba roto, que sabías que podías sentarte a hablar conmigo de lo que sea, que no había ningún problema. Y me mentiste, me mentiste como solías y soles hacerlo, mentiste como es tu costumbre, pero lo peor de todo es que me pediste tiempo, me pediste que espere, que te espere, y yo esperé. Esperé días, semanas, meses, pero me cansé.
Lamentablemente no puedo odiarte, yo no funciono así, pero sería yo la que estaría mintiendo si no escribiera lo enojada que estoy, la bronca que tengo. Es que me quitaste por la fuerza la posibilidad de cerrar, de poder decirte lo que necesitaba decir frente a frente. No quiero generar confusiones, no tengo ningún interés romántico para con tu persona. La bronca, desilusión, las mentiras, quiero alejarlas, no traerlas de vuelta.
Quizás gran parte de mi enojo sea para conmigo misma por haber estado tanto tiempo con alguien que no es una buena persona, porque no lo sos. No ser malo no es sinónimo de ser buena persona, eso lo aprendí con vos.
Tu falta de sinceridad, tu incapacidad para hacerte cargo de tus decisiones y de lo que generas en otros son todas cosas que cargaste en mi espalda.
¿Que tan difícil podía ser que no me mientas? ¿Para qué pedirme que esperara si no había nada que esperar?
Juro que desearía no haber tenido que escribir esto, ojalá no te hubieras esforzado tanto en esconderte, en desaparecer, hubiera querido decirte esto en persona, hablarlo, pero no lo permitiste.
No quiero ser injusta y hacerte creer que desconozco mis fallas, las tengo y las tuve, miles, pero siempre fui sincera y todo lo que hice por vos, de persona a persona, más allá de la relación que tuvimos, fue genuino, de no ser así no hubiésemos estado juntos tres años, lo sabes.
Si es que todavía se me permite darte algún tipo de consejo quiero decirte, o pedirte, que pienses en la gente que estuvo para vos cuando nadie más estaba, quienes te impulsaron a estar donde estás hoy, quienes fueron realmente tus amigos. Es necesario tener memoria Mariano, estás perdiendo a gente que realmente te quiso y te quiere, y no estoy hablando solamente de mí.
Que seas feliz, aunque al parecer lo sos, y ojalá yo también pueda serlo, permitimelo.